martes, 13 de marzo de 2018

ROADTRIP POR EL SUROESTE DE AUSTRALIA. ETAPA 3: NULLARBOR

1.296 kilómetros, 3 cambios horarios, 2 estados, interminables pensamientos, unas cuantas playlists y una aventura de esas que vamos a recordar para siempre. La Eyre Highway no evoca nada de aventurero pero si a la misma carretera le ponemos un nombre redundante y latino (pero latino de verdad, el de Julio Cesar, no de Fonsi Nieto) las cosas comienzan a cambiar. Para algunos al menos… para otros la historia sigue siendo la misma: horas interminables de carretera cruzando media Australia. ¡Bienvenidos al Nullarbor!

Fue nuestra tercera etapa del roadtrip por el suroeste de Australia en furgoneta, te recordamos que empezamos en Perth y la primera etapa nos llevó hasta Albany pasando por unas playas espectaculares del oeste de Australia. Y la segunda nos dio la oportunidad de conocer a unos graciosos canguros dando saltos por la playa, y otras sorpresas.

De momento estos son los datos principales de la tercera etapa:

Información de la Etapa

Punto de partida: Esperance

Punto final: Haslam (más allá de Ceduna)

Km totales: 1.562 km

Días: 3 días

  • Día 9: Esperance – Punto indefinido en el Nullarbor (513 km)
  • Día 10: Punto indefinido en el Nullarbor – Eucla (477 km)
  • Día 11: Eucla- Haslam (572 km)

Día 9
Esperance – Nullarbor


Nosotros estamos entre los locos que no solo se animan a realizar esta aventura, sino que encima la disfrutan. ¿Qué hay de bonito en estar, durante días, conduciendo en el medio de la nada? ¿Nada? ¿Estáis seguros de que allí no hay nada? En Australia muchos lo llaman sarcásticamente el “Nullarboring” pero anda que no nos sorprendió la nada…

Nullarbor en latín significa “sin árboles”, pero no hace falta tener una vista de águila para ver que, recién comienza la carretera, estamos literalmente rodeados de árboles y vegetación. Nos dijeron que era muy difícil que lloviera en el Nullarbor y que las temperaturas podían llegar tranquilamente a los 40 grados. Nos llovió, nos hizo sol, nos hizo frío y nos hizo calor (el pico máximo fueron 34º). Menudas contradicciones!

El Nullarbor es tierra de road trains (unos camiones que tiran hasta de 3 diferentes remolques) de emus, canguros, camellos, dingos y, cómo no, serpientes y bichos venenosos con cara de pocos amigos. También es tierra de un puñado de pueblos, que en muchos casos se caracterizan por ser sencillamente una roadhouse, una especie de estación de servicio con todo lo que un viajero perdido en medio de la nada podría necesitar: gasolina, comida, alojamiento y una buena y fresquita cerveza.

Por supuesto todo es muy caro. Si no me crees pregúntale a Rober que todavía me la tiene jurada tras haber querido comprar una botella de Pepsi por 6$. En mi favor tengo que decir que la botella era de litro y medio y que con la barbacoa que nos zampamos bajaba que daba gusto.

Estas son las paradas que hicimos en nuestro periplo:

Norsman

Es una ciudad con un pasado minero muy importante, aunque nosotros siempre la recordaremos por los chuletones de ternera a la barbacoa que nos comimos en uno de sus parques y por haber conocido a un perrito con los ojos amarillos muy, muy majo. Es aquí donde comienza el Nullarbor propiamente dicho. Estamos con las fuerzas a tope y, para qué negarlo, con algo de yuyu (es lo que tiene haber leído mil y una veces sobre los peligros de esta carretera y haber visto demasiadas películas con camioneros asesinos).

Si ahora podemos estar escribiendo esto significa que no tuvimos ni un solo percance, por suerte! Eso sí, al final del artículo te vamos a dar unos consejos para ir bien preparados.

Balladonia

Balladonia no tarda mucho en llegar y aquí, de repente, te encuentras con una roadhouse con un curioso museo. Cuenta la historia del Skylab, la primera estación espacial de la NASA cuyos restos cayeron justo aquí, en el medio de la nada, en 1979. Los locales (o el puñado de personas que viven aquí) juran que el Presidente Carter telefoneó al dueño de la roadhouse para pedirle perdón. También se dice que Australia le impuso una multa a la NASA de 400$ por arrojar basura en territorio público. ¿Verdad? ¿Mentira? Sea como sea, hoy en día se pueden ver réplicas de esos restos del Skylab en tejado de este museo.

Pasado Balladonia decidimos proseguir algunos kilómetros más hasta llegar a un camping gratuito donde poder pasar la noche. Aquí disfrutamos de uno de los atardeceres más increíbles que vimos nunca: por un lado el cielo comenzó a arder en cientos de tonos rojos y por el otro… un inmenso arcoíris entero salió a darnos la bienvenida (o eso queremos creer).

En este camping coincidimos con un grupo de 4 aventureros que están dando la vuelta entera a Australia en bici. Son los chicos de The Bikings Project, un catalán y 3 argentinos a los que deseamos muuucha suerte y muuuuchas aventuras (de las buenas).

Día 10
Nullarbor – Eucla


Caiguna

En Caiguna paramos a visitar su famoso blowhole pero, la verdad, es que no le vimos la gracia. Además que tampoco quisimos explorarlo a fondo tras leer un comentario en Wikicamps, la APP que utilizamos para buscar sitios donde dormir con la furgo, que decía que justo en el agujero del “geyser” vio a una brown snake, una de las serpientes más venenosas de Australia (osea del mundo). Anda y que le den al blowhole.

Cerca de aquí había otra “atracción” que nos apetecía disfrutar (a una más que a otro): el cartel que da el comienzo a la Ninety Mile Straight, un tramo recto de carretera que mide casi 147 Km. También vimos otro icono del Nullarbor: un cartel que indica la presencia de “wildelife” muy peculiar…. Sí, ¡hay camellos! Aunque, y aquí llega un spoiler: no vimos ni a medio.

Es recta sí, pero no vas a aburrirte eh, y hasta puede que compartas carretera con un avión (aunque mejor no)

Al final de la recta está la Caiguna roadhouse, donde compré la Pepsi que todavía le escuece al espíritu racanillo de Rober (además que, joer, somos más de Coca Cola). Eso sí, la roadhouse bien merece una visita, tiene un aire a Ruta 66 que nos hizo sentir nostalgia de Estados Unidos y de sus atracciones estrafalarias.

Madura

Por la zona de Madura hay unas cuantas cuevas pero, si no conduces un 4WD, te la juegas y como quedarnos estancados en algunas pistas donde -a saber cuándo pasaría alguien- no era algo que nos hiciese especial ilusión, pues seguimos. No tardamos en llegar al Madura Pass, donde el paisaje cambia por completo.

Dicen que por aquí hay wombats… pero tampoco vimos (bueno, vimos una estatua de wombat pero no cuenta) 🙁 eso sí, canguritos y emus unos cuantos! Camellos no. Doh.

Mundrabilla

Este sitio me gustó y no solo porque rima con mandonguilla (albondiga en catalán), si no porque tiene una de las roadhouses que más me gustaron… super vintage y años ’60. No me hubiese extrañado encontrar a un joven (probablemente demasiado joven) Bill Bryson tomándose unas cervezas frías.

Y si no recuerdo mal es aquí donde, de repente, comenzamos a ver árboles decorados, de lo más curioso: con tazas que cuelgan de las ramas, con peluches, con sujetadores… y hasta con calzoncillos (algunos más voladores que otros). Hay hasta un árbol de Navidad.

Eucla

Decidimos parar aquí para ver la antigua estación del telégrafo, una de las más importantes de toda Australia ya que antes de esta estación (1877) todas las comunicaciones que salían/llegaban de/a Australia, tardaban una vida. Gracias a la Estación Telegráfica de Eucla, Australia podía conectar instantáneamente con todo el mundo (aunque más que nada lo hacía con Gran Bretaña, claro está).

Hoy en día, de este peculiar lugar histórico no quedan más que ruinas que, poco a poco, han sido devoradas por dunas de arena blanca. Eso sí, si pasas por aquí (que ya es mucho decir) no dudes en acercarte.

Decidimos parar en el Caravan Park de Eucla (25AUS) por dos razones: el día había sido largo y cansado y… nos apetecía pegarnos una duchita, disfrutar de una barbacoa, tener electricidad y enamorarnos, una vez más, del atardecer del Nullarbor que, sin duda, tiene algo especial (no hemos vuelto a ver esos atardeceres en ningún otro sitio). Y ojito a cuando tramonta el sol: aquí no hay ni rastro de polución y la vía láctea se ve claramente, así como la Cruz del Sur, una constelación que solo se ve en este hemisferio.

Día 11
Eucla- Haslam


Border Village

A la mañana siguiente nos pusimos las pilas y fuimos a cruzar la frontera entre Western Australia y South Australia. ¿Y sabes donde está? En Border Village, un pueblecito que se llama Pueblo de Frontera. Aquí los aussies fueron prácticos pero algo escasos en fantasía.

Cuando pasamos nos acordamos de nuestros amigos Martín y Florcita que trabajaron una temporada en la roadhoouse (tiene que ser curioso currar en el Nullarbor!). También vimos el “famoso” koala con vegemite, una crema que, para mi, sabe a avecrem, que todos los australianos adoran. De Gustibus 😉

Habíamos leído que en la frontera hay un estricto control, que no se pueden llevar fruta ni verdura cruda, que los polis son algo nazis… pero nosotros pasamos directamente al otro lado, nadie nos paró, ni siquiera había controles… y es que los controles vendrían más adelante (al parecer en Border Village solo se inspeccionan los vehículos que llegan desde South Australia).

Nullarbor

El camino que va del Border Village hasta el Nullarbor Roadhouse es de los más impactantes que vimos nunca y el motivo es sencillo: discurre al ladito de los Bunda Cliff, la línea de acantilados más larga del mundo (y no sé si son los más altos, pero acojonan bastante… especialmente si la noche antes de verlos sueñas que un chino te empuja hacia abajo). Xie xie, chino maldito.

Hay varios miradores espectaculares, recomendamos los que vienen indicados en señales de tráfico. Nosotros nos metimos en alguno más siguiendo recomendaciones de la app pero no merecían demasiado la pena.

Aquí sí que es el verdadero Nullarbor, no hay árboles, solo algún que otro arbusto desperdigado en la tierra seca. La sensación es la de estar en el fin del mundo. Pero rápidamente llegamos a la Nullarbor Roadhouse, una de las más bonitas de todo el recorrido. Hay murales, casitas que parecen salir del lejano oeste y unos cuantos botes de alcohol que conservan la fauna local (casi todos serpientes y casi todas venenosas).

Estamos a punto de irnos cuando Rober grita: “¡Dingo!” ¿Bingo? “Dingo!!!”. El Dingo australiano parece un perrito pelirrojo, pero es una subespecie de lobo que si te pega un mordisco te va a hacer bastante daño. Eso sí, nos pareció precioso (aunque muy delgaducho). Más tarde veremos otro, en el medio de la nada, algo más en carne pero con cara de no querer hacer amigos.

Yalata

El territorio de Yalata está gestionado por los aborígenes, y esto quiere decir que si decides salir de la carretera principal, tienes que tener un permiso. Se obtiene rápido en el White Well Ranger Station, aunque una vez más nosotros decidimos ignorarlo por no tener 4WD (al parecer las carreteras no son las mejores para los que llevamos una casa sobre 4 ruedas).

La principal razón para parar es el Head of Bight, uno de los puntos donde es más fácil avistar ballenas (southern right whale) de toda Australia, directamente desde el mirador sobre el acantilado. Eso sí, tiene que ser entre junio y octubre. La entrada a la plataforma tiene un coste de 15$ (7$ en temporada baja).

Ceduna

En Ceduna sí que nos esperaba el control fronterizo, pero nos tocó un poli muy majete que echó un vistazo rápido a la nevera y nos dejó ir rápidamente y con una gran sonrisa.¿Qué es lo que está prohibido pasar por la frontera? Básicamente fruta y verdura fresca. Si está cocinada puedes pasarla.

Allí tuvimos que decidir si parar en las inmediaciones a pasar la noche o ir acercándonos a nuestro siguiente destino: la Península de Eyre. Decidimos por esta segunda y llegamos hasta el camping de Haslam… pero esta es otra historia.

Es otra historia, pero es que la del Nullarbor todavía no se ha acabado. Os hemos prometido unos consejos y aquí van:

– Lleva contigo comida y bebida suficiente. De todas formas si se te acaba no te vuelvas dramático: morir no vas a morir, hay roadhouse en cada “pueblo” principal de la ruta… eso sí, la que va a llorar será tu cartera ya que los precios allí son bastante desorbitados.

– Ojo a la gasolina: no hay demasiadas gasolineras en la ruta y sus precios son muy altos. Puedes hacerte un plan sabiendo lo que consume tu vehículo y el tamaño del depósito: ayúdate de los precios de la gasolina en la app “Fuel Map Australia”. Nosotros lo hicimos así:

  • Llenamos el depósito en Esperance (1,40$/litro).
  • Volvimos a llenarlo en Norseman (1,52$/litro).
  • Llegamos en reserva hasta Liberty Nullarbor Roadhouse y echamos 20 litros (1,76$/litro).
  • Pusimos otros 20 litros en Nundroo (1,45$/litro).
  • Lo llenamos en Ceduna (1,33$/litro).

Tómate tu tiempo: el Nullarbor se desarrolla a lo largo de más de 1440 Km. Como mínimo vas a necesitar 2 días y medio para cruzarlo (y eso si quieres echarle horas y horas al volante). Pensar cruzarlo en 1 día es bastante locura, además que no te va a dar tiempo de ver ná.

– Haz paradas frecuentes

Disfruta de la ruta y saluda a los camioneros de los roadtrains, a los greynomads (los jubilados que lo dejan todo para recorrer el país con su caravana) y los otros viajeros que te cruzas. No te van a matar XD

– Planea dónde dormir. Nosotros hicimos noche en Woorlba Homestead RA (free camping) y en el Eucla Caravan Park (25$ por 2 personas + parcela con electricidad).  (Si viajas con furgoneta o planeas acampar te recomendamos descargarte la APP Wikicamps)

– Ojo al cambio horario: hay 3 diferentes zonas horarias, la de Western Australia genérica (UTC+8), de repente en Eucla cambia a (UTC+8.45) y en Ceduna a (UTC+10.30)

– Si viajas en coche lleva todo bien cargado (y a poder ser batería de recambio para la cámara… vas a hacer muchas más foto de las que crees).

– Hazte con una buena playlist (o mejor varias). Nosotros teníamos una playlist de música indie de Rober (que a mi no me gusta nada) y otra con música de mierda mía (había hasta algunas canciones de Cali y el Dandi… es que tengo un gusto musical horroroso). Gran Fail… Ten en cuenta que la radio australiana, al menos en esta parte de Australia es…, bah, directamente no es. No se cogen canales.

– Lleva ropa de todo tipo: por el día suele hacer calorazo pero de noche refresca mucho.

– Hay dos maneras de cruzar el Nullarbor: desde el este o desde el oeste. Si has seguido nuestro roadtrip sabrás que comenzamos nuestra ruta en Perth (oeste) y que el destino final es Melbourne (este) y créenos, es la mejor manera de viajar por esta inmensa llanura (no tendrás el sol de cara durante la tarde, ole!).

Y ya sabes, si necesitas más info aquí estamos 🙂 Para nosotros fue un viaje muy especial, es cierto que es imposible no preguntarse cómo hay gente que, libremente, decide vivir en uno de los sitios más inhóspitos de uno de los países más inhóspitos. Pero luego llega la hora del atardecer y el cielo, con sus colores imposibles, te susurra la respuesta, que se hace aún más poderosa cuando todo se llena de estrellas… el Universo está un poco más cerquita cuando estás en el medio de la nada.

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