VUELO ESCÉNICO SOBRE LA GRAN BARRERA DE CORAL DE AUSTRALIA

Visitar la Gran Barrera de Coral era uno de esos sueños que se tienen desde pequeñito, de esos que nacen justo cuando sabes que algo existe y tienes la necesidad imperial de conocerlo en persona. Solo que dábamos por hecho que algún día la exploraríamos desde el mar. Pero no fue así…

Tras informarnos y hablarlo con nuestro amigo Felipe, que es todo un experto en temas marinos, vimos claro que no era la mejor forma (abajo te explicamos el porqué), y optamos por hacer un vuelo escénico sobre la barrera más grande del mundo. Y fue todo un acierto! Pero vamos por partes:

¿Por qué no hacer snorkel en la Gran Barrera de Coral?

Porque se muere. Así de claro. Por culpa del calentamiento global y del fenómeno bleaching (blanqueamiento del coral), tras la subida de temperatura del agua, las algas que recubren los corales se despegan del mismo y este muere. Se calcula que el 80% de los arrecifes de esta parte del mundo está sufriendo este terrible fenómeno y claro, los tours nada ecofriendly no ayudan.

Nos han contado que los barcos van cargados hasta arriba de turistas y que estos, al hacer snorkel, pisan los corales, dan patatas con las aletas (sin querer, claro), los barcos sueltan el ancla sin preocuparse en absoluto de qué tienen debajo… En fin, un despropósito.

Tuvimos la sensación de que se está explotando al máximo este rincón paradisíaco, en lugar de cuidarlo. Pan para hoy, hambre para mañana. Pero hay excepciones, al parecer hay algunos operadores con tours de buceo responsables, pero como no buceamos lo descartamos a priori.

Belleza en peligro de extinción

El problema más chungo de todos es que si la barrera de coral muere, el ecosistema que la rodea se ve afectado completamente: los pececitos que viven entre los corales deberían irse, por consecuencia los peces más grandes que se alimentan de ellos también tendrían que buscar otros lugares. Los pájaros que se nutren de los peces se quedarían sin su principal alimento, y así todo termina cambiando. La barrera de coral no son 4 coralitos puestos en fila, son miles de km (2.300 para ser más exactos) que forman el organismo vivo más grande del mundo! Es muy triste

A esto hay que sumar que entre noviembre y mayo existe la posibilidad de encontrarte con uno de los seres más pequeños y mortíferos del océano: la medusa irukandji, que puede ser del tamaño de una uña y con veneno capaz de matar. Vamos, que si viajas en esta época piénsatelo bien, y no solo por no dañar el coral, también para no tener que hacer uso de tu seguro de viaje (en el modo de urgencia o de repatriación del cadaver).

Si estás interesado en hacer snorkeling en la barrera de coral, dicen que lo mejor es visitar la zona de Port Douglas (más que la de Cairns). Al parecer aquí los corales están en mejor estado y la locura turística no es tan bestia. Eso sí, infórmate e intenta encontrar un tour operador responsable!

¿Merece la pena el vuelo escénico sobre la Gran Barrera de Coral?

En una palabra: síííííííííí! Y si no te lo crees, mira:

Fue una de las experiencias más asombrosas que vivimos nunca, la sensación fue parecida a la que tuvimos en el Gran Cañón: te sientes un puntito minúsculo frente a algo inmenso, inabarcable, un poquito incomprensible… puf, es algo que no se puede describir.

Decidimos matar dos pájaros de un tiro (dios, que refrán más feo ¿no?) y sobrevolar las Whitsundays y la Barrera de Coral, así que vimos dos maravillas a pocos minutos de distancia. En esta zona de la barrera, además, se encuentra el famoso Heart Reef, un arrecife con forma de corazón que, llamadme cursi que me la pela, me hacía muuucha ilusión.

Las Whitsundays son espectaculares

Aquí está el Heart Reef

Sencillamente alucinante!

¿Cómo contratar el vuelo escénico sobre la Gran Barrera de Coral?

Reservamos el vuelo a través de Tripadvisor, y como siempre, servicio impecable. En concreto reservamos con esta compañía: GSL Aviation que sale desde Airlie Beach, y muy bien, la verdad. El piloto era majo (aunque con un acentillo aussie super cerrado jeje) y sobre todo nos devolvió a tierra enteritos, que era lo que nos interesaba. Eramos 5 pasajeros, todos con ventana y no te preocupes, porque vayas al lado que vayas, vas a poder verlo todo.

El proceso es sencillo: una vez tienes hecha la reserva online, te diriges al Whitsunday Airport, donde se encuentra la oficina. Aquí hay parking gratuito sin problemas. Recuerda llegar con 30 minutos de antelación. Allí te dan una tarjeta de un color, y cuando llega el turno de tu vuelo, te llaman por ese color. Te diriges al avión con el piloto, el cual antes de subir, te cuenta ciertas normas de seguridad.

El vuelo duró 1 hora que se hizo muy amena, costó 150€/persona.

¿El vuelo marea? Bueno, un poquito. Rober que es propenso a marearse (que le vamos a hacer, no se puede ser perfecto) se bajó un poco afectado. Así que si tú también te sueles marear tómate una biodramina una hora antes del vuelo (mejor con cafeína para no quedarte dormido, no por la Gran Barrera, sino por los 150 napos malgastados!).

Aquí te dejamos unas cuantas fotos desde las nubes:

Y este era el avión:

Cómo no, hubo alguien que nos criticó por hacer el vuelo (según esta persona, los vuelos también favorecen el cambio climático y sí, es cierto, como también lo es utilizar desodorantes de spray, electricidad, el coche…). En ningún momento queremos ir de paladinos del medio ambiente, pero si podemos evitar hacer algo que daña al ecosistema de manera directa, pues lo hacemos e informar es nuestro deber.

Nosotros antes de ir a Australia no teníamos ni idea de lo chungos que resultan ciertos tours para la conservación de la barrera de coral y simplemente quisimos informar. Cambio y corto.

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