Japón es uno de esos destinos que todos soñamos conocer tarde o temprano. Pero ¿sabes realmente lo que te ofrece este país tan lejano y con una cultura tan diferente? El post de hoy está dedicado a todos aquellos viajeros que todavía albergan alguna duda para visitar País del Sol Naciente, decidios de una vez! Vamos a contarte las 10 cosas que hacer en Japón (en tu primer viaje).
1. Flipar con sus templos
La religión y la tradición en un país tan avanzado como Japón todavía son aspectos muy importantes de la sociedad. Eso hace que los templos, en su mayoría sintoístas y budistas, formen parte de la cotidianidad de su gente. Posiblemente en Kioto (parte I, parte II), como capital histórica, sea donde se concentren algunos de los mejores templos del país, pero no es el único sitio: Tokio, Nikko, Nara o Miyajima cuentan con santuarios igual de impresionantes.
Estos, a nuestro parecer, son los mejores templos de Japón:
- Kinkakuji (Kioto), el templo de de oro, un pabellón de 3 plantas enteramente cubiertas de papel de oro. El contraste con la naturaleza que lo rodea es brutal.
- Kyomizu-dera (Kioto), su estructura de madera es majestuosa, y las vistas de Kioto desde su posición no menos impresionantes. Verás tres fuentes que dicen que traen diferentes beneficios para el que bebe de su agua: salud, éxito profesional y amor. ¿Cuál necesitas más?
- Fushimi Inari-taisha (Kioto), si has visto “Memoria de una Geisha” lo reconocerás fácilmente por su casi interminable fila de toris (arcos rojos) que serpentean por la ladera de esta montaña sagrada. Es uno de los santuarios más bonitos del mundo entero, no dejes de visitarlo.
- Senso-ji (Tokio), es nuestro templo favorito de Tokio, localizado en pleno corazón del antiguo barrio de Asakusa. Durante el día está lleno de vida gracias al mercadillo artesanal que hay delante de su entrada, pero de noche reina la calma absoluta, lo mejor es visitarlo en ambos momentos. No te pierdas la pagoda de 5 pisos, una de las más altas de Japón.
- Santuario de Tosho-gu (Nikko), rodeado de naturaleza, este santuario está dedicado nada más y nada menos que a Tokugawa Ieyasu, el shogun más grande que tuvo Japón.
- Todai-ji (Nara), tiene una peculiaridad en forma de record: es la estructura de madera más grande del mundo (y eso que tras sufrir unos incendios, es más pequeño que el original). Imperdible su estatua del Buda Gigante.
- Itsukushima Shinto (Miyajima), seguro que has visto en más de una ocasión su imagen: la de un gran tori rojo que, cuando sube la marea, queda cubierto por el mar.
2. Dormir en un Shukubo
Cuando comenzamos a planear nuestro viaje de dos meses por Japón nunca habíamos escuchado hablar de KoyaSan. Por suerte (y algo de casualidad) nos topamos con este nombre tan místico que representa, nada más y nada menos, que una de las ciudades más sagradas de todo Japón. Lo recomendable aquí es pasar una noche en un monasterio budista (shukubo), compartiendo el día a día de los monjes, acudiendo a su oración matinal, probando su comida, dándote un baño en su sento y conociendo más sobre sus tradiciones.
→ Más info: Alojarse en un monasterio budista en Japón: Los Shukubos
Además, KoyaSan ofrece varios santuarios importantes, pero sobre todo tienes que darte una vuelta por el Okunoin, un cementerio súper peculiar donde descansan más de 200.000 almas. El sitio es de aquellos que impresionan y al mismo tiempo regalan paz y tranquilidad. Al final del sendero de unos 2 km se llega a la tumba de Kobo Daishi, el monje que fundó KoyaSan y el “budismo shingon”.
→ Más info: Koyasan: tras los pasos del shingon
3. Experimentar la gastronomía (cocina con locales!)
¿Qué decir de la gastronomía japonesa? Ya sabrás que es una de las más sanas, completas y sabrosas del mundo. Si, como nosotros, disfrutas de la cocina local, en Japón habrás encontrado un pequeño paraíso. Así que en tu primera viaje al país del sol naciente aprovecha para probar muchos platos diferentes.
→ Más info: Que comer en Japón, guía gastronómica
Pero si quieres vivir una experiencia aún más auténtica ¿por qué no conocer la gastronomía japonesa desde dentro? En la web Tadaku podrás apuntarte a una comida o cena en casa de anfitriones japoneses (desde 3.000¥, unos 22€), o bien participar en clases de cocina en la propia casa del anfitrión (desde 6.000¥, unos 45€) . Te aseguramos que experimentarás una velada memorable ya que, no solo aprenderás más sobre la cocina japonesa auténtica, sino que de paso te llevarás unos amigos. Además el precio está muy bien considerando que, si sales a cenar varias portadas en un restaurante mediano, gastarás lo mismo o más
Nosotros compartimos mesa en varias ocasiones y fue de lo mejor: entre un plato y otro hablamos de mil temas diferentes y pudimos acercarnos más a la cultura japonesa.
4. Viajar a la Edad Media…
Cuando compramos los billetes para Japón estábamos en Nueva Zelanda y recuerdo que, en los tiempos muertos que teníamos viajando en furgoneta, nos empapábamos con libros y podcasts sobre samuráis, castillos y shogunes. Unos meses más tarde nos encontramos cara a cara con el Castillo de Himeji y nos sentimos como los protagonistas de aquellas historias remotas. Y cuando lo recorrimos por dentro pudimos revivir las tramas que aquí ocurrieron durante la Edad Media (claro que, los móviles que nunca faltan en cada escena japonesa nos devolvieron pronto a la realidad).
Otro castillo que merece mucho la pena visita es el de Osaka, una ciudad que nos pareció muy agradable, contrariamente a lo que habíamos leído, no nos hubiese importado quedarnos más días.
5. …Y al futuro
Una de las mejores cosas de Japón es su carácter atemporal: puedes pasar de la Edad Media de los castillos de Himeji y Osaka a Tokio, la ciudad más futurista del mundo. Sí, en Japón existen los viajes en el tiempo.
Si quieres sentirte como una hormiguita entre los rascacielos, marearte rodeado de luces de neón y disfrutar como un enano entre tiendas de comics y cosplay, hay dos barrios que no puedes perderte: Shinjuku y Akihabara. No te extrañe toparte con restaurantes de robots o con chicas de ojos rosa y pelo verde. ¡En Tokio todo es posible!
6. Disfrutar de la naturaleza
Dos son los momentos claves para hacerlo: la época del Hanami (aproximadamente en abril), cuando florecen los cerezos (sakura) y los japoneses salen en masa a hacer picnics y sacar miles de fotos. Y por otro lado el Momiji (otoño) en el que los colores cambian completamente. El Hanami es un evento tan importante que hay hasta webs que monitorizan, en tiempo real, el estado de florecimiento de los árboles (con predicciones y todo).
Pero, además de esto, hay unas cuantas paradas naturales que te quitarán el hipo, cómo la que no puedes olvidarte es el Monte Fuji… encontrarse frente a la montaña más importante de Japón, con su mítica silueta, es sinónimo de piel de gallina. Pocos sitios en el mundo están rodeados de tanta energía como este.
7. Emocionarse en Hiroshima
Nos esperábamos una ciudad gris y triste pero nos recibió llena de flores y de rincones agradables. Nos supo emocionar como pocas ciudades y, aunque son visitas difíciles, hay que echarle valor y acercarse al Museo Conmemorativo de la Paz, para conocer más sobre una de las mayores tragedias del mundo moderno.
→ Más info: Ya florece en Hiroshima
8. Buscar el Japón rural
Lo ideal sería visitar una de las regiones más interesantes de Japón: Hokkaido. Pero somos conscientes de que, en un primer viaje, es mejor centrarse en la zona que va de Tokio hasta Hiroshima. ¿Entonces? ¿Nos olvidamos del Japón rural? Para na-da, hay opciones para todo!
Nosotros visitamos a Takayama, en los llamados “Alpes Japoneses” y un día nos acercamos a la pequeña aldea de Shirakawa-go, un pueblecito rural de casas tradicionales muy peculiares, en un valle con un entorno muy chulo. Lo conocimos con las últimas nieves del año y fue una pasada. Es un destino bastante conocido, así que no estarás solo, pero la visita merece la pena.
9. Aprender que significa “kawaii”
“Kawaii”, en japonés, quiere decir “tierno”, “bonito”, “lindo”. Ya verás que no tardarás mucho en amigarte con este termino porque (casi) todo es kawaii en Japón… desde los platos de comida y bebidas (no te extrañe que tu vaso tenga cara de gatito), hasta las poses de las fotos de los japoneses (es casi imposible ver a alguien con cara normal en una foto, siempre hacen gestos y posturas kawaii). Desde los carteles publicitarios hasta los disfraces de los karaokes. Y luego están los purikura, los fotomatones más divertidos del mundo, donde vas a sentirte como un personaje de anime… a las fotos me remito:
10. Volver
Conocer un país como Japón en un primer viaje es sencillamente imposible. No hay manera de poder abarcar una cultura milenaria tan rica, unos paisajes tan llenos de contrastes, una sociedad tan diferente, en unos pocos días. Pero una cosa está clara: es muy fácil enamorarse de Japón (diría que el flechazo está asegurado), así que ya sabes… si vas a ir, vas a volver.
¿Te ha gustado este post? Solo son 10 cosas que hacer en Japón, pero ya habrás entendido que este país ofrece muuuucho más ¿Qué otras cosas te parecen imprescindibles en primer un viaje a Japón?
* Foto principal: Shutterstock
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